La Marca de relojes rusos Alexander Shorokhoff, todo un referente del lujo internacional

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Los relojes de prestigio Alexander Shorokhoff para mujer y hombre, con un precio medio en el mercado de 4.500 euros, se caracterizan por: su singular desarrollo estético; su alta tecnología, en línea con las grandes creaciones mundiales mecánicas o automáticas; su montaje absolutamente perfecto, realizado artesanalmente en Alemania y su producción muy limitada.

Fedor Dostoevsdy Automático

 

Fedor Dostoevsky Automático


Cada reloj nace con 500 horas de prueba y está firmado por el artesano que se encarga de su montaje definitivo. Todos los cronógrafos y relojes Alexander Shorokhoff pueden personalizarse al gusto de su usuario, con sus inscripciones o sus iniciales.

El joven ingeniero de 31 años Alexander Shorokhoff  fue elegido en 1991 personalmente por el propio Primer Ministro ruso, Mijail Gorbatchov, y su Ministro de Economía, para formar parte de un privilegiado grupo de profesionales rusos que viajaron a Alemania para conocer las técnicas occidentales de gestión económica y de empresa. Este fue el origen de la marca de relojes rusos Alexander Shorokhoff, que ha logrado renombre internacional.

El ingeniero moscovita exploró el mercado occidental desde Alemania y en 2004 creó la marca de relojes que lleva su nombre, caracterizada por su inconfundible estilo y “know how” ruso, desarrollado por técnicos de esa misma nacionalidad, que fabrican y ensamblan artesanalmente cada pieza en Alemania. Concretamente en la localidad de Alzenau, muy cerca de Frankfurt. En 1995 Alexander Shorokhoff ya había creado Poljot International, marca heredera de los relojes rusos que protagonizaron la conquista del espacio y los duelos submarinos más importantes de la denominada Guerra Fría.

Kostya Txzuy cronógrafo automático

Kostya Txzuy cronógrafo automático


Desde 2004, la marca de relojes rusos Alexander Shorokhoff  se ha convertido en todo un referente del lujo internacional. La clave de su éxito y cotización radica, precisamente, en unir toda la tradición artesana desarrollada en las épocas de los Zares y de la Unión Soviética, con una manufactura de calidad Premium, realizada por los mejores técnicos en pleno corazón de Alemania y con la garantía “Made in Germany”.

Alma rusa, calidad alemana

La Marca ha logrado un enorme reconocimiento internacional por la producción absolutamente artesanal de cada reloj, asegurada por técnicos especializados que graban, moletean y montan uno a uno todos los componentes en un trabajo de absoluta precisión. El propio ingeniero Alexander Shorokhoff, reconocido como uno de los ocho mejores relojeros de Alemania, ha desarrollado los movimientos de todas las piezas de su colección a partir de prestigiosas mecánicas suizas.

La calidad final de cada producto, siempre realizado por un único especialista, se garantiza con una prueba de larga duración, que se extiende a lo largo de 500 horas. Es un ejercicio único en la relojería mundial de prestigio, que garantiza un funcionamiento impecable incluso en condiciones adversas. El técnico encargado de la realización de cada reloj Alexander Shorokhoff firma su trabajo en el libro de garantía que acompaña a la pieza.

Peter Taichkovsky con alarma

Peter Taichkovsky con alarma


Homenaje a los grandes de Rusia

Es importante destacar también como los grandes artistas de la Rusia pre Zarista: literatos y compositores de talla mundial, desde Tolstoi o Dostoevsky hasta Pushkin o Tchaikovsky,  así como el gran boxeador actual Kostya Tszyu, han inspirado los modelos exclusivos que componen la colección Grandes Maestros Rusos de Alexander Shorokhoff..

Dichos cronógrafos y relojes refuerzan su singularidad con soluciones técnicas y estéticas inhabituales, impulsadas por Alexander Shorokhoff, un artista que sorprende con cada uno de los detalles de sus piezas. Es capaz de situar la corona en una posición inhabitual, a las 12 horas, como en el modelo Fedor Dostoevsky, o de ofrecer una caja dividida en dos partes para convertir el reloj de pulsera en un reloj de sobremesa con su propia alarma, caso de las piezas de la serie Peter Tchaikovsky.

El mejor ejemplo de esa creatividad se observa en la parte posterior del modelo Dostoevsky, que reproduce una ruleta de casino con sus colores característicos. Es un trabajo realizado completamente a mano, que rinde homenaje a un libro imprescindible de la literatura mundial: “El Jugador”.

Estos relojes son especialmente cotizados por directivos de empresas, grandes ejecutivos del mundo de los negocios y enamorados de la cultura rusa, que buscan grandes relojes mecánicos o automáticos, las piezas clásicas por excelencia.

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