Probamos el BMW X5 M50d, Dr Jekyll y Mr. Hyde

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BMW X5 M50d BMW X5 M50d Fotografia: www.luxury360.es

BMW es especialista en hacer coches especiales, y como no, el BMW X5 M50d, es uno de ellos. El año pasado nos pusimos tras el volante del X6 M50d, del que quedamos sorprendidos por su excelente comportamiento dinámico. Ahora, tras el volante del X5 M50d, os podemos asegurar que si alguien es capaz de hacer un coche inusual, incomprendido, potente, dinámico, deportivo, divertido, y con el que además te puedes adentrar con él en la montaña, en la nieve o el barro, es BMW.

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El BMW X5 está ya dentro de su tercera generación, sustituyendo a la vio la luz en el año 2006, y cada vez, los germanos consiguen sorprendernos cada vez más, pues sin duda alguna, este es uno de los SUV más consolidados del mercado tan reñido que hay entre marcas.

BMW X5 M50d - Foto: www.luxury360.es

La línea del X5 M50d es más que imponente, ya que sus 4,90 metros de longitud, sus 1,94 metros de anchura, unido a la presencia de la M en su musculado aspecto exterior, le confieren ese toque de exclusividad y dinamismo con el que BMW viste a todos sus modelos. Empezando por un frontal, donde vemos el faro de doble óptica que le otorga una mirada agresiva, así como por el imponente faldón que alberga dos entradas de aire, enfatizan más si cabe el aspecto deportivo de este X5.

La vista lateral, delata unas nuevas taloneras en las puertas, y es perfecta gracias a las preciosas bambas con las que le han calzado, unas preciosas llantas de 20” con neumáticos 265 para la vía delantera y 315 para la trasera, si, has leído bien, ¡315!.

BMW X5 M50d - Foto: www.luxury360.es

En la parte trasera, vemos también un nuevo diseño, que afecta a los pilotos y a un portón más ancho. El paragolpes, recoge muy bien dos sendas salidas de escape, que ya nos hace entrever que estamos a una versión especial del X5.

Esta versión, la más musculada de toda la gama X5, equipa el paquete M Performance, que le otorga sin duda alguna una estampa de lo más deportiva, claro está, acompañada de lo que bajo la el capó delantero encontraremos, su motor, del que más tarde os hablaremos, ya que es un prodigio de la tecnología capaz de desprender 381 cv.

BMW X5 M50d - Equipamiento - Foto: www.luxury360.es

Tras abrir la puerta, son algunos elementos como los anagramas M los que nos hacen ver que nos encontramos ante esta versión, el resto no difiere mucho de los otros modelos de la serie X5. Los asientos de piel de corte deportivo son confortables y gracias a sus reglajes, es fácil encontrar una buena posición de conducción. Recogen el cuerpo muy bien, y son muy firmes para los apoyos laterales en las curvas, algo de agradecer en este coche, pues el paso por curva puede ser verdaderamente rápido.

BMW X5 M50d - Asientos - Foto: www.luxury360.es

En la parte trasera encontramos espacio para tres pasajeros, que podrán viajar holgadamente disfrutando además de su propia zona de climatización. El respaldo de estos asientos es reclinable, lo que permite mejorar más si cabe la habitabilidad y la comodidad de estas plazas. El gran maletero del nuevo X5 es una virtud, pues es capaz de albergar sin problema alguno 650 litros de capacidad, cifra que puede verse aumentada si abatimos los respaldos de los asientos traseros hasta los 1.870 litros.

BMW X5 M50d - Maletero - Foto: www.luxury360.es

El enorme portón trasero de accionamiento eléctrico, se abre e dos mitades, lo que facilita mucho la carga y el acceso al mismo, además, el  pequeño portón inferior nos puede servir por ejemplo para sentarnos o apoyar carga.

Volvemos al interior, donde vemos el renovado cuadro de mandos que ella hemos visto en otros modelos de la marca, presidido por dos grandes esferas, separadas por una pantalla intermedia que hace de ordenador de a bordo, a la vez que ofrece información ampliada del sistema de navegación el audio o el teléfono.

En el centro de la cónsola, encontramos una pantalla de 10,25”, que nos ofrece a parte de la navegación manejar el sistema de audio, los sistemas BMW Connected Drive, el teléfono y ofrece información deportiva, como el par motor o la potencia que estamos utilizando en cada momento, así como información en cuando a la eficiencia del motor (Efficient Dynamics). Dispone también de un indicador exclusivo del estado Xdrive, en el que vemos reflejada la inclinación del coche, la brújula o la tracción.

Un poco más abajo, encontramos los mandos del climatizador, que están estratégicamente situados. Son de fácil accionamiento y agrupan también el accionamiento de la calefacción y ventilación de los asientos, así como los mandos del sistema de audio y la entrada del cargador de CD.

BMW X5 M50d - Equipamiento - Foto: www.luxury360.es

Junto al selector del cambio, encontramos los botones para activar y desactivar el control de tracción, el sistema de control de descensos, el selector de modos de conducción, la activación de la cámara delantera y el mando iDrive con el que se gobierna el sistema de Navegación Profesional.

En cuanto al equipamiento de nuestra unidad de pruebas, os podemos decir que básicamente  llevaba todo lo posible dentro del elenco de opcionales que BMW permite escoger, haciendo gala de un amplio equipamiento de serie en cuanto a tecnología y seguridad se refiere.

Así pues encontramos los faros LED autoadaptables, el sistema Night Vision (detección de personas), las cámaras Surround View (visión periférica del coche), control de estabilidad DSC, control de frenada en curva CBC, control de tracción DTC, llantas de 20”, control de crucero con función de frenado, aviso de salida de carril involuntaria y asistente de frenada, suspensión deportiva. Entre los opcionales más destacables encontramos Driving Assistant Plus con función Stop&Go, asistente en atascos de autopista, o los asientos de piel calefactados y con ventilación activa, el pack de navegación que cuenta con una pantalla de 10,25”, o el sistema Connected Drive de BMW entre otros.

BMW X5 M50d - Motor - Foto: www.luxury360.es

Llegamos a lo que sin duda es el alma de la fiesta, el motor del X5 M50d. Bajo el capó delantero, encontramos un propulsor de 6 cilindros en línea diésel de 3.0 litros que entrega una potencia de 381 cv y un par motor de 741 Nm, con los que mover los 2.300 kg de lastre es una fácil maniobra. La mecánica de este motor es compleja, y el funcionamiento de los turbos, está pensado con la finalidad de que el motor ofrezca con mucha soltura, empuje y alegría. Para garantizar esto, es el primero de los turbos el que actúa hasta las 1.700 vueltas, y el segundo hasta las 2.600 vueltas. El tercero de ellos, hace como turbocompresor de los dos primeros, para mejorar el rendimiento extremo del motor.

Este motor es un claro ejemplo de hasta dónde puede llevar una marca el ingenio tecnológico y mecánico, pues hasta hace bien poco, era impensable ver un motor turbo diésel subir más allá de las 4.000 rpm. El rendimiento que ofrece es “brutal”, al igual que su empuje, ya que la entrega de potencia es casi inmediata y además es progresiva, por lo que en todo su régimen de giro tienes potencia a raudales.

Esta explicación, podría ser mucho más técnica, pero para ahorraros el pensar, en lo primero que os vendrá a la cabeza al leer todo esto, nos anticiparemos a deciros que el consumo homologado de este motor es de tan solo, 6,20 litros a los 100 Km. A nosotros, esta cifra como es evidente se nos aumentó hasta los 9,7 litros, teniendo en cuenta que circulamos durante nuestra prueba por algún que otro puerto de montaña.

BMW X5 M50d - Foto: www.luxury360.es

La caja de cambios que da el colofón final a este compendio de ingeniería y mecánica, proviene de BMW Motorsport, y es un cambio Steptronic de 8 velocidades, cuyo funcionamiento en modo automático es simplemente perfecto, pero en modo secuencial ofrece unos cambios precisos y muy rápidos, que se pueden obtener desde la misma palanca de cambios, o bien, desde las levas en el volante.

En cuanto a las prestaciones, acelera de 0 a 100 Km/h en 5,3 segundos y como todo buen BMW tiene la velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 Km/h. Si estas cifras ya son de infarto, la recuperación de 80 a 120 km/h la hace en tan solo 4,3 segundos, algo que coches con 500 kg menos y 200 cv más, no son capaces de lograr. 

Una vez te pones al volante, acomodas el asiento a tu gusto, ya ves que la posición de conducción se asemeja más a la de un deportivo o cupé, que no a las de un SUV. Darle al botón START es todo un placer, y más todavía cuando escuchas el sonido bronco del motor, que ni en frío parece un motor diésel, más bien todo lo contrario. El volante de tres radios es el mismo que utilizan todos los M de BMW, su grosor, diámetro y tacto son prefectos e incorpora las levas para manejar el cambio en modo secuencial.

BMW X5 M50d - Foto: www.luxury360.es

Tras el selector del cambio tenemos una tecla con la que podemos modificar los modos de conducción y es la encargada de modificar diferentes aspectos de la configuración del coche para volverlo más dinámico todavía. Entre ellos, la respuesta del acelerador y el sistema Adaptative Drive, que estabiliza el balanceo de la carrocería gracias a unas barras estabilizadoras activas y a los amortiguadores que disponen de control electrónico. La rigidez del conjunto dadas sus medidas es impresionante, y te das cuenta de que si no tuvieras bajo tus mandos el sistema de tracción xDrive, el control de estabilidad y tracción PDC, sería imposible gestionar la motricidad que transmite este monstruo al suelo.

La velocidad de paso por curva es, para un coche así hasta asustadiza porque puedes ir muy rápido sin darte cuenta. Tan solo las inercias y las leyes físicas (causadas por sus medidas y peso) serán las que te hagan levantar el pie del acelerador en más de una ocasión, pero para ello, deberías sacar al M50d de los raíles por lo que parece que va guiado pues el aplomo que tiene es más propio de un deportivo que de un SUV.

Algo que contribuye claramente a dejar literalmente pegado al suelo este coche son los descomunales neumáticos que equipaba nuestra unidad de pruebas (275 delante y 315 detrás), que aunque estén pensados para su uso sobre asfalto, nos permitieron también circular por una pista forestal, en la que pisar a fondo el acelerador, es una delicia, pues se traduce a que llegados a la curvas ves como la parte trasera del coche quiere adelantarte. El equipo de frenos es otro de los elementos clave de este X6 y están preparados para detener a esta “bestia” cuando se lo pides, además son bastante insaciables y agradecidos con la fatiga.

BMW X5 M50d - Foto: www.luxury360.es

Ahora bien, y como el título de nuestra prueba dice, este coche tiene dos caras y dos claras personalidades, por lo que viajar en él es una delicia ya que ofrece un alto grado de confort y comodidad a conductor y ocupantes, que fácilmente pueden olvidar el potencial de su poderoso motor al viajar por autopista, donde ir a velocidad de crucero es como salir a pasear con Miss Daysi.

Me remito a decir que este coche este coche es uno de aquellos “incomprendidos” que las marcas hacen para sus más exigentes clientes, a los que les gusta no renunciar a nada. Prueba de ello, es sin duda,  que con este X5 puedes hacer de todo y lo mejor es que no tendrás que renunciar a lo  que la M de BMW es capaz de ofrecer.

Escrito por, Miguel Angel Solá

AGRADECIMIENTOS

  • BMW España | @BMWEspana
  • BMW Group Prensa | @BMWgroupprensa
  • Fotografías : Javier Lorite / Miguel Angel Solá
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